El atractivo de los centros comerciales de proximidad
La transformación de los centros comerciales se ha acelerado de manera exponencial. Y dicha transformación viene impulsada básicamente por la evolución y el cambio en la demanda del cliente final.

Inicialmente, el centro comercial se concebía como un lugar donde el cliente iba para satisfacer una necesidad de compra de un producto o servicio. Sin embargo, a medida que el mundo del retail evoluciona, apareciendo multitud de operadores y diferentes canales de venta a los que el cliente final tiene acceso, el Centro Comercial se ve obligado a evolucionar y diferenciarse, convirtiéndose en un lugar donde se generan experiencias de compra, donde se cuida y se sorprende al cliente final.
La proximidad es cercanía
En este sentido entra en juego la proximidad del Centro Comercial. La proximidad es cercanía, y gracias a ella es posible optimizar el tiempo de visita del cliente, al mismo tiempo que se potencia la comodidad y la flexibilidad del acto de compra. Valores que cada día pesan más en las exigencias del cliente.
Actualmente, Carmila es líder en centros comerciales de proximidad. Sus espacios, situados en ubicaciones de primera calidad en el centro de la ciudad, cuentan con cómodas y completas zonas estanciales para todo tipo de visitantes, amplias zonas de aparcamiento y una gran variedad comercial que se adapta a todos los perfiles.
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Así, consciente de la transformación que está sufriendo el sector, la inmobiliaria apuesta por la modernidad, y la mejora de las experiencias del cliente a través de la omnicanalidad y sobre todo, de una oferta comercial y de servicios que ha convertido cada uno de sus centros en el punto de referencia comercial de su zona, en el líder de su ciudad.
Carmila también se acerca a sus operadores
Carmila también apuesta por la cercanía con el comerciante. Cuando el visitante cruza la puerta de un centro comercial, aspira a obtener una experiencia 360º, diferente e interactiva. Lo mismo ocurre con el operador que cuenta con un establecimiento en uno de estos espacios y demanda una cercanía por parte de los responsables del centro, así como herramientas para potenciar su negocio. Esta es precisamente la filosofía con la que nació Carmila y que hoy, cinco años después, la compañía dirigida por Sebastián Palacios sigue abanderando con éxito.